Ésta es la historia de Pipe, un niño que tenía muchos amigos que lo invitaban todos los días a salir después de que llegaba del colegio. A pipe lo cuidaban sus tíos  hasta que sus papás llegaran por la noche de trabajar, entonces él salía a jugar desde que llegaba hasta que era hora de irse a su casa. Sus tíos nunca lo mandaban a hacer las tareas primero, él siempre las hacía con mucho sueño junto con los regaños de su mamá. Cuando estaba en la calle, él y sus amigos jugaban muchas cosas en el parque del barrio, en las calles y callejones. A veces pipe quería volver a su casa más temprano, pero sus amigos le decían que si se iba no podía volver a jugar con ellos y algunas veces ellos hacían cosas que a pipe no le gustaban, como decir malas palabras, molestar a niños más pequeños o estar con otros muchachos más grandes hablando de cosas que pipe no entendía y nadie se las explicaba. Él quería que sus papás llegaran mas temprano por que le daba mucho sueño levantarse al otro día y el cansancio no lo dejaba concentrarse en el colegio, siempre estaba cansado y enojado, se sentía muy solo.

 

Un día en el colegio una profesora les explicó la importancia de hablar de los problemas y del autocuidado, después de esto Pipe salió del colegio a la casa de sus tíos, decidió primero hacer las tareas y poder tener la noche libre cuando sus papás llegaran hablar seriamente con ellos y cuando su mamá llego Pipe se sento a contarle todo lo que en ese momento pasaba por su cabeza, los amigos que tenía, las cosas que hacían cuando jugaban y lo mal que se sentía por que parecía que a nadie le importara él, su mamá escucho todo lo que él tenia por decirle y cuando terminó lo abrazo y le pidió disculpas por lo mal que la había pasado, le agradeció que confiara en ella y prometió hacer lo que fuera para que no se volviera a sentir así y desde entonces Pipe hace las tareas cuando llega del colegio y sale solo cuando las acaba. Ya juega hasta que sus papás llegan, pero no con los mismos amigos de antes porque decidió juntarse con otros niños que juegan futbol en la cancha del barrio, sus papas todavía se demoran en llegar pero él no ha vuelto a sentirse abandonado.